Antes de someterte a un tratamiento invasivo, como una cirugía, conoce tu predisposición a complicaciones postquirúrgicas como la artrofibrosis.
Contacta con nosotros +34 945 252 077 uca_recepcion@ucatrauma.comEste test predictivo consiste en un examen genético a partir de una muestra bucal, que nos permite calcular el riesgo de sufrir fibrosis. Conocer este resultado ayuda a tomar decisiones al equipo médico y adaptar los tratamientos a tus condiciones particulares.
Por qué es importante conocer la predisposición a generar fibrosis antes de una cirugía. Ninguna cirugía está exenta de riesgos y la aparición de fibrosis post quirúrgica, dependiendo del tipo de intervención, puede alcanzar una incidencia cercana al 40%. Cuando ocurre, puede mermar el resultado de la cirugía trayendo consecuencias muy negativas para la calidad de vida del paciente. Estas alteraciones post-quirúrgicas cursan con exceso de tejido cicatricial que afectan a la articulación y a las estructuras circundante y pueden provocar procesos como la inflamación o irritación en las raíces nerviosas. Los signos y síntomas derivados de esto incluyen principalmente la limitación en la movilidad, que también puede ir acompañada con dolor, sensibilidad, espasmos musculares o contracturas.
Por tanto, es de vital importancia conocer su predisposición genética a generar fibrosis. Cada vez más cirujanos solicitan esta prueba para sus pacientes, ya que resulta una información fundamental. Conocer el riesgo del paciente a generar fibrosis es una información fundamental antes de acometer una cirugía, ya que permite al facultativo, en caso de ser necesario, plantear tratamientos alternativos menos invasivos.
La fibrosis que afecta a las articulaciones, también llamada artrofibrosis, es un proceso patológico que, aunque aún no está claramente definido, se caracteriza por la proliferación de tejido cicatricial tanto en la articulación como en los tejidos blandos que la rodean. Este tejido fibrótico está compuesto principalmente por una matriz extracelular densa y desorganizada de fibras de colágeno.
Aunque pueden existir fibrosis primarias que aparecen de forma espontánea, la mayoría de los casos son fibrosis secundarias que surgen como resultado de lesiones traumáticas, infecciones o intervenciones quirúrgicas. En el caso de las fibrosis asociadas a las cirugías, su incidencia no debe ser despreciada ya que por ejemplo en las artroplastias de rodilla oscila entre el 1 y el 15% de pacientes afectados, y en la reconstrucción de ligamento cruzado anterior entre el 4 y el 38%. Así pues, la aparición de fibrosis es una complicación a tener en cuenta en las intervenciones quirúrgicas de las articulaciones.
En una intervención quirúrgica múltiples tejidos deben ser dañados para que el cirujano tenga acceso a la zona a tratar: piel, músculos, terminaciones nerviosas, vasos sanguíneos, etc.
Cuando un tejido es dañado se producen una serie de respuestas biológicas que tienen como objetivo la reparación del mismo mediante cicatrización. Sin embargo, la fibrosis se refiere a la formación excesiva o anómala de tejido cicatricial que puede afectar a los tejidos circundantes, incluido a las raíces nerviosas. Ciertas sustancias químicas inflamatorias pueden alterar fácilmente el desarrollo normal de la cicatriz produciendo más tejido del necesario y/o uniones con otros tejidos (adherencias).
Aunque se continúa investigando, no existe un consenso del por qué unos pacientes desarrollan esta afección y otros no. Sí que se ha demostrado que la genética juega un papel fundamental en predisponer a un individuo a esta afección.
Aparte del dolor que se da en algunas ocasiones, la principal consecuencia clínica para el paciente que desarrolla fibrosis tras las cirugías articulares es la restricción en el rango de movimiento, viendo limitada la movilidad de su articulación tras la intervención. En caso de afectar a terminaciones nerviosas, además del dolor y limitación de movilidad, podrían darse espasmos o contracturas, afectando de esta forma al buen resultado de la cirugía y resultando en una disminución en la calidad de vida del paciente.
Uno de los indicadores principales es el dolor y la pérdida de movimiento, que se acompañan de pruebas de imagen como elemento de diagnóstico complementario. En ocasiones se realizan pruebas mediante biopsias o biomarcadores.
Ninguno de los tratamientos para intentar resolver una fibrosis articular, como la movilización forzada bajo anestesia, suelen dar grandes resultados, ya que el tejido dañado no es elástico y no tiene tendencia a mejorar ni haciendo ejercicios ni ultrasonidos, etc., por lo que cualquier prevención que evite o minimice esta afección.
Aunque se está avanzando en este sentido dentro de la fisioterapia con resultados prometedores, apostando por el desarrollo de tratamientos que aporten riego sanguíneo elevado a la zona, para que se rehidraten los tejidos y provoque una renovación celular y un efecto regenerativo en todo el tejido endurecido. A pesar de lo anterior, y de momento, la cirugía suele ser la última y única solución.
Debido a esto, conocer de antemano el riesgo de fibrosis permitiría al especialista plantear otras vías como aplicar tratamiento farmacológico o fisioterápico para minimizar una posible fibrosis, elegir un tratamiento conservador frente a una intervención quirúrgica o realizar cirugías lo menos invasivas posibles.
Este test predictivo consiste en un examen genético a partir de una muestra bucal, que nos permite calcular el índice de éxito o respuesta a un tratamiento con Plasma Rico en Plaquetas (PRP) en base a tus condicionesgenéticas particulares. Conocer este resultado ayuda a tomar decisiones al equipo médico y adaptar los tratamientos a tu predisposición de respuesta.
Por qué es importante conocer la predisposición a responder positivamente/satisfactoriamente a un tratamiento con PRP. A pesar de la eficacia demostrada por el tratamiento de Plasma Rico en Plaquetas, existe un % de pacientes que no responden al mismo de forma adecuada. Aunque existen causas epigenéticas, como la obesidad, el tabaquismo, o dieta inadecuada en días previos al tratamiento, existe una influencia directa entre polimorfismos genéticos concretos y la no respuesta al tratamiento con PRP. Un punto clave en la respuesta al PRP es la interacción entre las moléculas presentes en el PRP y los receptores de las células diana, ya que el mecanismo de acción de este tratamiento es a través de estos receptores. Una expresión defectuosa ya sea en las moléculas del plasma como en las células del tejido a tratar podría limitar la eficacia del tratamiento
La necesidad de evaluar la capacidad de respuesta del PRP en los pacientes se hace cada día más importante para poder protocolizar adecuadamente su uso.
Esta prueba permite determinar la eficacia que puede suponer el PRP como tratamiento en la patología de un paciente. Por ello, antes de someterte a un tratamiento con PRP, es importante conocer las probabilidades de éxito según tus características, Incluyendo el perfil genético..
Esta información garantiza al médico la mejora de la eficacia de sus tratamientos y al paciente tener unas expectativas reales sobre el beneficio alcanzado con el tratamiento.
Es un tratamiento médico utilizado en diversas áreas de la medicina para promover la reparación de tejidos. El PRP se obtiene a partir de la propia sangre del paciente y contiene una concentración elevada de plaquetas, que son elementos sanguíneos involucradas en la coagulación y la reparación de tejidos.
Durante la aplicación del PRP se liberan las biomoléculas y factores de crecimiento presentes en el plasma y en las plaquetas, acelerando y estimulando el proceso natural de reparación de los tejidos y, en consecuencia, reduciendo el tiempo de recuperación.
Debido a estos prometedores fundamentos biológicos y a su alta bioseguridad, las terapias basadas en PRP han irrumpido en la práctica clínica de muchas especialidades médicas, destacando el campo de la ortopedia y la medicina deportiva; prueba de ello son los crecientes estudios para patologías como la artrosis, las tendinopatías o las lesiones ligamentosas. Gracias a la administración del PRP se ha conseguido aumentar la eficacia de esta terapia en pacientes con patologías degenerativas articulares muy avanzadas y conseguir retrasar la colocación de prótesis. Es importante asegurarse de que el profesional que aplica este tratamiento es un profesional con años de experiencia y se basa en protocolos contrastados.
El uso terapéutico del PRP se lleva a cabo con objetivos tanto quirúrgicos como conservadores.
El PRP se ha utilizado en diversas áreas médicas, incluyendo:
El PRP se considera una terapia prometedora en diversas áreas de la medicina, pero su eficacia puede variar según el tipo de afección y el paciente. Antes de someterse a un tratamiento con PRP, es importante consultar a un profesional médico especializado que pueda evaluar su caso y brindar orientación sobre si es adecuado para usted y cuáles son los posibles beneficios y riesgos.